DIVORCIOS CONTENCIOSOS: REPERCUSIONES EN LOS HIJOS
Según los
especialistas, en el mejor de los casos, involucrar a los menores en
el conflicto existente entre los progenitores puede provocarles
estrés emocional, disminución del rendimiento escolar, alteraciones
psicológicas que a menudo somatizan (causándoles dolor de cabeza,
depresión, trastornos gastrointestinales, tics nerviosos, conductas
regresivas, etc). Pero , a largo plazo, y en los caso de conflictos
más graves, estos hechos repercuten negativamente en el equilibrio
emocional de los niños, y pueden provocarles el desarrollo de
patologías psicológicas o psiquiátricas. Negar esta realidad,
supondría desconocer el interés superior del menor ante los
conflictos parentales.
El problema no es
cuando no es que los padres, responsablemente decidan poner fin a su
vida en común, sino cuando se hacen partícipes a los hijos de los
conflictos generados por la separación: se ven inmersos en problemas
de adultos, tomando parte en el conflicto, reproduciendo las disputas
de los mayores, con consecuencias negativas a nivel psicoemocional y
conductual. La sintomatología puede agravarse cuando el menor es
presionado para participar en los actos legales derivados del
conflicto, donde sus sentimientos son utilizados como armas
arrojadizas. En suma, los autores advierten que los procedimientos
contenciosos generan estrés en progenitores e hijos que repercuten
negativamente en su equilibrio emocional y pueden constituir un
factor de riesgo de enfermedad mental en la infancia. Segura, Gil y
Sepulveda (2006).
Fdo. Ignacio González Sarrió.
Psicólogo. Perito Judicial y forense.
grupopsico@cop.es
CV06179.
Valencia.
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